¡Sin límites!

Léelo en: Inglés

¡Sin límites!

Cuando creemos en nosotros mismos, el sueño de realizar una posibilidad se convierte en la posibilidad de realizar un sueño.

JFK, basado en una cita de Bernard Shaw, dijo una vez: «Algunos hombres ven las cosas como son y dicen, ¿por qué?; Yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?». Esta simple afirmación cambió la vida de muchas personas en el mundo: conforme a este principio, el sueño de realizar una posibilidad se convierte en la posibilidad de realizar un sueño. Para mí JFK, y su hermano, RFK fueron, sobre todo, un ejemplo inspirador de hombres que hicieron realidad sus sueños, a veces contra todo pronóstico.

No fueron ni los primeros, ni los últimos, sino sólo dos ejemplos en la larga lista de hombres y mujeres que cambiaron el curso de la historia. Desde Lao Tse, Buda y Jesucristo, hasta Abraham Lincoln, Gandhi, Luther King y muchos más.

¿Qué tenían todos estos hombres en común? No era ni sus conocimientos, ni su educación, ni el entorno en el que nacieron. Lo que estos hombres compartieron fue un compromiso implacable con sus sueños y la confianza en sí mismos necesaria para hacerlos realidad. Todos lucharon por sus ideales sin tener en cuenta su propia seguridad, porque sabían que el significado mismo de sus vidas dependía de su lucha por su sueño. En otras palabras, su sueño era su vida. Todos ellos estaban dispuestos a asumir riesgos, sabiendo que el riesgo es un requisito para el éxito. Todos ellos fueron perseguidos, asesinados, o ambos, pero demostraron que siquiera la muerte podía vencer sus ideales, que todavía viven entre nosotros.

Vivimos en un mundo que convierte la mediocridad en el objetivo, negando el valor de vivir por encima de la media. En la escuela, el pensamiento original rara vez es recompensado, ni siquiera en las llamadas escuelas liberales o progresistas, donde los parámetros de la admisibilidad quizá sean algo más laxos, pero no dejan de existir.

Atrévete a ser diferente, a ser tú mismo, y cría a tus hijos con pensamientos positivos: entrena a sus mentes para que acepten naturalmente que todo es posible para ellos… y seguro que lo será.

Libertad de Florida - Vezendi

Correr gratis en Florida

Una palabra que debe ser erradicada de nuestro vocabulario es «imposible»: primero, porque es una mentira, segundo, porque todo lo que hace es daño, sin aportar nada positivo. Merece la pena insistir en dos afirmaciones:

En primer lugar, «imposible» es una mentira, una aberración a la lógica, porque no puede demostrarse empíricamente que algo sea imposible: Todo lo que se puede demostrar es que un determinado hecho excede los límites -bastante reducidos- tanto de nuestra comprensión humana, como de nuestra percepción de la realidad ampliada gracias a los avances tecnológicos. «Imposible» ha demostrado ser erróneo una y otra vez a lo largo de la historia, pero la educación que recibimos, salvo contadas excepciones, nos insta a aferrarnos a nuestros límites, y en lugar de atrevernos a soñar preferimos aceptar que «imposible» es una excusa válida para no tratar de perseguir nuestros sueños. No me detendré aquí a analizar los motivos, son harto conocidos y no es el propósito de esta reflexión: baste pues con decir que requiere menos esfuerzo mental condenar que pensar.

Tampoco voy a detenerse demasiado en la larga lista de casos en los que lo imposible se hizo posible, pero sí deseo recordar que nuestro planeta solía ser plano, que solía ser el centro del universo, o que, hasta principios del siglo XX, la humanidad se negaba siquiera a plantearse en serio la posibilidad de volar, hasta que los hermanos Wright demostraron que todos estaban equivocados. Siempre son los soñadores, los visionarios, quienes van por delante del resto, y no debería ser así. Tenemos que democratizar los sueños, y el mejor lugar para empezar es la escuela.

Quizá la cosa empiece a cambiar con la revolución del conocimiento iniciada por el desarrolo de la física cuántica, que poco a poco está cuestionando y erosionando los límites del tiempo y el espacio.

En segundo lugar: incluso visto desde una perspectiva práctica, «imposible» no supera el banco de pruebas de la utilidad. Este concepto no sólo es poco práctico, sino que, en la mayoría de los casos es francamente negativo. Aceptar que algo es imposible te llevará a ni siquiera intentarlo, y eso determinará para siempre tus límites en la vida. Y, si bien es cierto que quien no arriesga no fracasa, también es cierto que quien no arriesga no avanza. —

Desde nuestra primera infancia nos bombardean con la idea de que algunas cosas son «imposibles», y sabemos que nuestra mente subconsciente acabará aceptando cualquier cosa que se repita un número suficiente de veces.

Huevos de rana. Vezendi

Descubre tu potencial. ¡Sé diferente! Vezendi

Desde nuestra primera infancia nos bombardean con la idea de que algunas cosas son «imposibles», y sabemos que nuestra mente subconsciente acabará aceptando cualquier cosa que se repita un número suficiente de veces. Entonces, la semilla de la imposibilidad crecerá inexorablemente en nuestras mentes, sus raíces se desarrollarán más y más profundamente en el terreno fértil de nuestra mente subconsciente, necesariamente simple y binaria, hasta que sea demasiado tarde para incluso contemplar la idea de que lo que tomamos por imposible no lo es en absoluto. «Imposible» florecerá en nuestro cerebro, poniendo límites a nuestra creatividad, y eventualmente reduciendo nuestras opciones a hacer lo que todos los demás hacen, a seguir a las masas.

Nunca es demasiado tarde para cambiar, pero se necesita mucha voluntad. A veces envidio a los ordenadores: formateas el disco duro, o simplemente eliminas datos corruptos e improductivos, e introduces datos correctos, útiles. Reemplazas los comandos equivocados por buenos, y en cuestión de segundos todo está funcionando de nuevo. Pero nosotros, los humanos, necesitamos más tiempo y esfuerzo para cambiar, pero se puede conseguir. Al igual que todas estas instrucciones autolimitantes han permeado tu mente a lo largo de tu vida mediante la repetición incesante, puedes borrarlas para siempre con la misma técnica: repitiendo a ti mismo que no hay NADA que no puedas hacer. Recuerda siempre las palabras de Marco Aurelio: «No pienses, si algo te resulta difícil y penoso, que eso sea imposible para el hombre; antes bien, si algo es posible y connatural al hombre, piensa que también está a tu alcance.» Meditaciones. Libro VI. Pero tienes que ser persistente: cada día, cada hora, cada minuto de tu vida dedica tiempo a eliminar todas las instrucciones que no te ayudan a crecer. Se requiere dedicación, un compromiso personal para con la realización de todos tus ideales, pero la perseverancia tarerá el éxito: acabarás borrando esos pensamientos que hoy te limitan.

Tengo más que decir, pero sería demasiado largo para un post como este y no quiero estirar la generosa paciencia de los lectores, así que mis últimas palabras para hoy:

No confíes en nadie que te diga que tus objetivos son imposibles: primero, nadie sabe de lo que eres capaz si crees en ti mismo, y, segundo, es una influencia no solo inútil, sino también negativa.

Finalmente, atrévete a ser diferente, a ser tú mismo, y educa a tus hijos para que sueñen y crean en sus sueños, entrena a sus mentes para que acepten naturalmente que todo es posible para ellos… y seguro que lo será.

¡Disfrutar!